Amenazas ambientales de origen natural en la Guaira ... o crónica de una muerte anunciada: artículo presentado como trabajo final del curso sobre protección del patrimonio histórico en zonas sísmicas llevado a cabo en Octubre de 1999.

Prof. Jesús Delgado. MSc

La ciudad de La Guaira está ubicada en la zona de contacto de la Serranía Litoral de la Cordillera de la Costa, emplazada sobre depósitos aluviales del tipo cono de deyección, sobre las laderas de la montaña, compuestas básicamente por rocas de metamórficas de origen sedimentario muy tectonizadas y meteorizadas y sobre material de relleno en la zona de puerto y en la avenida Soublette.

La latitud de esta ciudad, cerca de 11 grados al norte, determinan que la misma tenga un clima BS-hi (semi – árido con vegetación xerófila o montes espinosos) . Sin embargo, a nivel local, su confrontación con los vientos alisios que provienen del norte y el hecho de estar situada a los pies de una cadena montañosa con alrededor de 2000 msnm, hacen que la ciudad tenga variaciones climáticas locales, dependiendo de la exposición a los vientos, al sol, de la altitud de cada lugar en la ciudad, y de la humedad relativa.

Asimismo, los tipos de suelo y la humedad que los mismos pueden contener varían con la topografía, desde suelos muy pobres en las filas y laderas hasta suelos de buena calidad y con agua en los fondos de valle, produciendo pequeños bosques asociados a esta última condición. Esta ciudad, como la mayor parte de los asentamientos humanos litorales venezolanos, está expuesta a los movimientos tectónicos de la zona de contacto entre la placa tectónica del Caribe y la placa tectónica de Sudamérica.

Por estas razones, la ciudad de La Guaira está sujeta a las siguientes amenazas ambientales de origen natural:

La amenaza sísmica se refiere a las condiciones para que los sismos producidos por las fallas sismogénicas regionales produzcan efectos equivalentes a los tipificados en la categoría de intensidad 6 o mayor, en la escala de Mercalli – Cancani – Sievers, originados en este caso por la falla de San Sebastián, que se ubica en sentido este – oeste, frente a la costa guaireña. Esta falla fué la que produjo el terremoto de Caracas de 1967. En las zonas montañosas inmediatamente al sur de La Guaira, discurre la falla geológica de Macuto, que si bien no ha registrado movimientos de consideración, ha sido lo suficientemente activa como para establecer un modelado reciente que se expresa en facetas triangulares y en ensillamientos.

Debido al tipo de suelo de textura gruesa que predomina en las zonas planas, los sismos que se producen en estas fallas geológicas se podrían traducir en procesos geomórficos como los asentamientos del suelo, licuación o licuefacción, esparcimiento lateral, riedels sintéticos y otros que son en conjunto, capaces de afectar a las edificaciones. En cambio, en las zonas montañosas se favorece la caída de rocas y otros movimientos de masas.

La amenaza hidrometeorológica sintetiza la serie de procesos asociados a la precipitación y al escurrimiento, que pueden traer como consecuencia alteraciones en las zonas urbanas como La Guaira.

En este caso la situación astronómica de La Guaira, implica la presencia de precipitaciones entre los meses de Enero y Febrero, asociadas a masas de aire frío provenientes del norte, y precipitaciones entre los meses de Junio a Octubre, debido a la presencia de la convergencia intertropical (ITC) y de los huracanes y tormentas tropicales que se producen en el mar Caribe. Estas dos situaciones son las más peligrosas, en términos generales, sin descartar que cuando se producen lluvias orográficas concentradas en alguna de las cuencas de la Serranía Litoral pueden ocurrir inundaciones extraordinarias de tipo torrencial. Estas inundaciones pueden ser consecuencia de flujos torrenciales en los cuales los ríos aumentan exponencialmente su caudal y, cuando están saturados de material detrítico grueso, se constituyen en flujos de barro, en los cuales se puede apreciar materiales muy heterométricos, especialmente en las zonas apicales de los conos de deyección que se han formado a partir de estos procesos.

La amenaza geológica está representada básicamente por movimientos de masas, en donde pueden destacarse desprendimientos superficiales en época de lluvias, capaces de provocar aludes de barro aguas abajo, sobre todo en las pequeñas quebradas o surcos de escurrimiento concentrado que se activan con las lluvias, hasta caída de grandes bloques, asociado esto a los patrones de fracturamiento y a la diferente competencia entre los materiales litológicos que componen la Serranía Litoral.

El Sector El Guamacho

El Guamacho es uno de los asentamientos espontáneos más antiguos del Litoral Central en conjunto, sitio de residencia de la clase trabajadora del puerto de La Guaira, principal actividad económica de la zona para el momento de su fundación. Por ello, no es casualidad que esta comunidad se haya asentado aguas arriba de la desembocadura del río Osorio, en la zona de contacto entre el relieve montañoso propiamente dicho y el piedemonte, que permitía la posibilidad de construir caminerías que conectaban este sector con las zonas planas reservadas para la actividad económica y para las familias pudientes, que podían vivir cerca de la catedral y de la zona financiera y comercial de aquel entonces. El río o quebrada Osorio, es un río de tipo torrencial, que, debido a los procesos climáticos explicados, es capaz de transportar un gran volumen de material en época de lluvias. De hecho, este río construyó el cono de deyección sobre el cual está asentada la comunidad de El Guamacho y, por el volumen de los bloques encontrados en el área de estudio, las condiciones climáticas anteriores eran menos benignas que las actuales.

La forma alargada de los conos de deyección, explica la configuración igualmente alargada de la zona donde se ubican las casas más antiguas y con parcelas más grandes, habiéndose dado un proceso de ampliación y crecimiento urbano hacia las laderas del estrecho valle.

Debido a la actividad sísmica y las condiciones climáticas presentes en la zona se puede afirmar que todas las casas del sector El Guamacho, están bajo amenaza sísmica, y un estudio de su vulnerabilidad urbana permitiría deslindar zonas de riesgo sísmico. Asimismo, se puede afirmar que las casas construidas en o cerca del cauce de la quebrada Osorio, están amenazadas por las crecidas torrenciales de dicha quebrada, y esto incluye la vía principal y las instalaciones de la plaza. La parte posterior de las casas o, las casas que se han construido directamente en las laderas, están expuestas a los movimientos de masa y al ataque permanente de la humedad, ya que las mismas se han construido sin mayor precaución de la acción del agua subterránea.

Conclusiones y recomendaciones

En general, desde el punto de vista regional, el proceso de calentamiento global tiene implicaciones particulares para los asentamientos humanos emplazados en zonas litorales, debido a que se espera un aumento del nivel de la línea de playa. Esto significa un retroceso en las cabeceras de las quebradas y ríos y en el caso de la quebrada Osorio un incremento en el proceso de erosión regresiva.

Además, los períodos de mayor y menor temperatura en las zonas tropicales están asociados con lluvias más intensas y activación de procesos de vertiente en las zonas áridas como esta, lo cual está evidenciado por el diámetro de los bloques ciclópeos encontrados en el área de estudio.

El sector El Guamacho es una zona afectada periódicamente por las lluvias fuertes, y en eventos extraordinarios, como tormentas tropicales, huracanes y terremotos, puede sufrir daños irremediables tanto de vidas humanas como de infraestructura como consecuencia de deslizamientos y flujos torrenciales.

Es imprescindible iniciar una campaña con los habitantes del sector, para que se tomen ciertas medidas por parte de la Comunidad, que ayuden a mitigar esta situación. El estado Vargas debe asumir su responsabilidad para con las zonas donde es imprescindible la reubicación de la población, tratando en lo posible, de no romper con la cotidianidad de los vecinos. Esto es, despejar al máximo posible los márgenes de la quebrada Osorio y desocupar las casas construidas en laderas identificadas como inestables. Debido al hecho de que muchas casas están en condiciones de estabilidad precaria, es necesario demoler o remodelar algunas de ellas. El proceso de remodelación urbana puede ser una alternativa para la reubicación de población del mismo sector El Guamacho en una forma poco traumática para la misma, es iniciar un proceso de rehabilitación de casas que permita el despeje de áreas inestables y la densificación o adecuación de las edificaciones más seguras para que las mismas sean ocupadas por varias familias. Este proceso pasa por resolver el problema de la tenencia de la tierra, debido a que la población que ocupa estos sectores, no es propietaria y en consecuencia, hay que negociar con los dueños de la tierra.