Ciudad y ambiente. Las grandes discusiones sobre las ciudades ambientalmente insustentables y el Area Metropolitana de Caracas (AMC).

Prof. Jesús Delgado

Los enfoques

En los años noventa, se toma conciencia en el ámbito internacional de tres grandes problemas que sistemáticamente han afectado a las ciudades de los países en vías de desarrollo, pero que se originan globalmente: la problemática ambiental urbana, los desastres socionaturales y el crecimiento y calidad de vida de los asentamientos humanos.

La problemática ambiental fue tratada en la "Cumbre de la Tierra", celebrada en Río de Janeiro, Brasil, en 1992, que produjo el documento denominado: "Programa 21" vale decir, los lineamientos de política ambiental a seguir por los países de la ONU para lograr un desarrollo sostenible, particularmente la Agenda Marrón. Esta cumbre fue seguida por una serie de eventos denominados ECO’92 a escala mundial. La problemática de los mal llamados "desastres naturales" fue tratada también desde la Organización de Naciones Unidas, organismo que decreta la década de los años 90 como el "Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales" (DIRDN) durante el que se llevaron a cabo infinidad de foros en diferentes ámbitos que lograron reunir especialistas de las ciencias de la tierra con especialistas del urbanismo, las ciencias sociales y la comunicación.

Al final de la década, aquello que se denominaba "riesgos naturales", con antecedentes que se pueden encontrar hasta la década de los años 50, fué replanteado en el sentido de que los "desastres naturales" no eran tales, sino un problema de ordenamiento urbano y planificación ambiental. Por eso, desde mediados de los años ochenta yo en lo personal los denominé "riesgos geográficos" y autores como Calvo (1984) hablaban de "Geografía de los Riesgos" o Cunill un poco más adelante "Geografía del Azar". En 1997 esto pasó a denominarse desde la Organización de Estados Americanos (OEA) como "riesgos socionaturales".

Con esta denominación se llevó a cabo la Reunión Hemisférica del Sector Educativo para la Reducción de los Riesgos Socionaturales, realizada en Caracas en 1997, denominación que resalta el carácter social del fenómeno y su abordaje desde diferentes enfoques disciplinarios.

La otra problemática que se convirtió en parte de la preocupación internacional en esta materia, ha sido reconocer a los barrios del tercer mundo como parte de la ciudad formal, e integrarlos a la misma. En Caracas se realizó en 1991 el Primer Encuentro Internacional por la Rehabilitación de los Barrios del Tercer Mundo, patrocinado por la Universidad Central de Venezuela (UCV).

En esta experiencia, como en otras surgidas en el marco del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (CNUAH), la preocupación fundamental fué incrementar los niveles de accesibilidad a los servicios públicos, la llamada consolidación o rehabilitación física de los barrios. El problema de los riesgos socionaturales fué tocado muy tímidamente desde esta perspectiva.

Tres realidades: Desarrollo Sostenible, Riesgos Socionaturales y Consolidación de Barrios, tan vinculadas entre sí pero muy desconectadas en la ejecución de políticas, normativas e intervención urbana e inclusive entre los actores que participan en una problemática que, vista desde la perspectiva ambiental es una sola y así lo ha enfocado el CENAMB-UCV, en donde se trabaja en la "Planificación Ambiental para la Reducción de los Riesgos Socionaturales" desde el Área de Investigación "Ciudad y ambiente".

La gestión urbana en el AMC

Esta integración conceptual y metodológica es muy útil para los actores que se desempeñan en la toma de decisiones urbanas. Hasta ahora, lo que ha ocurrido en el Área Metropolitana de Caracas en relación con estas problemáticas ha sido incoherente.

De hecho, mientras en los años ochenta se desarrollaba por parte del Estado la urbanización Nueva Tacagua, sobre el anticlinal de El Junquito, con los derrumbes de Blandín ya presentes desde que se construyó la autopista Caracas – La Guaira, con el conocimiento de una falla geológica potencialmente sismogénica, la falla de Tacagua –El Avila., la Dirección de Geología del Ministerio de Energía y Minas realizaba la microzonificación geotécnica del Área Metropolitana de Caracas.

En este trabajo, por cierto también uno de los últimos grandes proyectos de la desaparecida Oficina Municipal de Planeamiento Urbano (OMPU), se concretó por primera vez la unión de esfuerzos interinstitucionales en materia de planificación para la prevención. Es decir, a finales de la década de los 80, mientras una parte del Estado determinaba zonas inestables, la otra parte, desarrollaba urbanamente esas mismas zonas.

No había vinculación entre los postulados de estos estudios y la política de construcción de viviendas del sector oficial, mucho menos hubo suficiente control de los desarrollos urbanos del sector privado realizados antes y después. El Instituto Nacional de la Vivienda ha tratado de resolver el problema habitacional de la ciudad teniendo como criterios, válidos por lo demás, la cercanía a Caracas de las soluciones habitacionales. Esto es urbanismo formal, planificado...pero desconectado de la dinámica del medio físico de una ciudad como Caracas.

Las lluvias de diciembre y el aporte previo de la ciencia.

Sin mencionar los antecedentes históricos de las lluvias ocurridas en diciembre de 1999 y sus conocidos efectos, estudios académicos como el de Singer (1977) ya hablaban de la importancia de los sedimentos lacustres y de los conos de deyección en el graben o fosa tectónica de Caracas como agentes modeladores del terreno que han participado activamente en la configuración topográfica de la ciudad.

Ampliación del cono de deyección originado a partir de los sedimentos procedentes de la erosión y deslavado de las múltiples laderas de montaña de la microcuenca Camurí Chico. Originado, en menos de una semana, por la creciente de la quebrada Camurí Chico (15 y 16 de diciembre de 1999).

En este estudio se reconoce la enorme capacidad de transporte de materiales sólidos de las quebradas que descienden del Avila. Asimismo, en 1987 yo publiqué en el Boletín de Geología un trabajo sobre los riesgos hidrometeorológicos de algunas de las quebradas que descienden de la vertiente sur del Parque Nacional El Avila, en donde se demostraba la peligrosidad intrínseca de las mismas. En 1990 (Tesis de grado escuela de Geografía UCV) evaluamos la amenaza hidrometeorológica de las quebradas comprendidas entre Chacaíto y Tócome, y las zonas afectadas por estas quebradas en la lluvia de diciembre corroboraron el comportamiento predicho. Igualmente, el CENAMB-UCV llevó a cabo en 1994 la Microzonificación de Riesgos Socionaturales del Municipio Chacao, primer estudio integral de planificación urbana para la reducción de riesgos socionaturales, en donde se tomó en cuenta más de 30 variables. Lo ocurrido en 1999 ratificó lo postulado en este estudio. Sumando estos y otros trabajos particulares e institucionales se puede afirmar que todo estaba dicho...no se debe construir en los lechos mayores de los ríos ni sobre los mismos, cosa que quedó demostrada por la propia naturaleza. En octubre de 1999 escribimos un trabajo sobre las amenazas ambientales de origen natural en La Guaira, especialmente referido al sector el Guamacho, que prácticamente fué una premonición de lo ocurrido unos meses después. Hay muchos otros casos en donde se puede hablar de un urbanismo cancerígeno, que le ha costado mucho a los venezolanos. Sin embargo, a pesar de los antecedentes, en los años 90 se consolidan más barrios y se construyen nuevas urbanizaciones en áreas inseguras. En este semestre en mi cátedra de Asentamientos Humanos del Sector de Acondicionamiento Ambiental de la Facultad de Arquitectura, en una clase sobre dinámica de vertientes y barrios ubicados en quebradas, una estudiante planteó los beneficios de un proyecto de consolidación como el llevado a cabo en el barrio Catuche de Caracas y se dividió la discusión entre dos grupos con relación al referido barrio: Los "desastrólogos" y los "consolidadores". En efecto, en los años noventa se consolida al barrio Catuche, un proyecto patrocinado por investigadores de la Universidad Central de Venezuela, reconocidos por sus aportes en la consolidación de barrios, en donde se mejora considerablemente las edificaciones y la infraestructura del barrio, con participación de la comunidad, mejorando el tejido social y a costos económicamente razonables. Se repiten dos posiciones: No se debe construir en quebradas ni en sus márgenes versus hay que consolidar los barrios y el desarrollo formal en las quebradas que son los más accesibles a la ciudad, empotrándolas en el caso de Caracas. La discusión quedó abierta, sin embargo, el CENAMB-UCV ha colaborado con la Facultad de Arquitectura de la misma Universidad en cátedras como Ecología Humana, Física Ambiental, Asentamientos Humanos, Diseño y Riesgos y particularmente desde la Comisión de Mitigación de Riesgos (COMIR). Se ha planteado la imperiosa necesidad de no consolidar barrios en laderas geotécnicamente inestables y mucho menos en quebradas tan potencialmente peligrosas como las que drenan el Parque Nacional El Avila., tal como se hizo en dicho barrio. El tiempo ha dado la razón lamentablemente, a esta posición y hay todavía muchos barrios que sufren de altos niveles de riesgo. En el barrio Valle Alegre de la Parroquia La Vega en Caracas, el CENAMB-UCV conjuntamente con la ONG Geografía Viva y la cátedra de Asentamientos Humanos se ha llevado a cabo un proceso de sensibilización que ya produjo un manual útil para otros barrios y por lo demás, después de las lluvias, ante la afectación de varias casas en dicho barrio, la comunidad se auto organizó como se esperaba. Vale la pena prevenir... Pero no se trata solo de un problema de seguridad ambiental, el marco jurídico también hay que consolidarlo y hacerlo operativo: la Ley Forestal de Suelos y Aguas, que data de 1966, cuando no existían o todavía eran pequeños muchos de estos barrios, dice, en su artículo 17, referido a zonas protectoras: "Se decretan Zonas Protectoras:...Zona mínima de 50 metros de ancho a ambas márgenes de los ríos navegables y una de 25 para los cursos no navegables permanentes o intermitentes...Parágrafo único: La declaratoria de zonas protectoras tiene el carácter de limitación legal a la propiedad predial y está destinada a la protección de bosques, suelos y aguas...art.20: las limitaciones a la propiedad privada derivadas de la declaratoria de una zona protectora, no ocasionará obligación alguna para la Nación de indemnizar a los propietarios de las zonas afectadas por dicha declaratoria....¿por que tanta insistencia en ocupar o permitir la ocupación de espacios predestinados a la protección? ¿por qué no se tomó en cuenta esta Ley, anterior a la Ley Orgánica del Ambiente y a la Ley Penal del Ambiente, anterior a la Ley Orgánica de Ordenamiento Urbano y a la Ley Orgánica de Régimen Municipal? La desconexión entre el Urbanismo y el marco legal se hace presente. El artículo 1637 del Código Civil de Venezuela, dice que: "Si en el curso de diez años, a contar desde el día en que se ha terminado la construcción de un edificio o de otra obra importante o considerable, una u otra se arruinaren en todo o en parte, o presentaren evidente peligro de ruina por defecto de construcción o por vicio del suelo, el arquitecto y el empresario son responsables. La acción de indemnización debe intentarse dentro de dos años, a contar desde el día en que se ha verificado uno de los casos mencionados". He aquí otro problema en sí mismo: la desconexión entre el conocimiento de las ciencias de la tierra, el marco legal y el urbanismo. Esperamos que esta lección, dolorosa por lo demás, contribuya a reorientar las políticas de intervención urbana en nuestras ciudades tomando en cuenta la geodinámica externa tanto como a la comunidad, porque, como lo han demostrado los científicos, el potencial de arrastre de las quebradas del Avila es mucho mayor de lo que hemos visto en tiempo histórico, basta revisar las rocas de más de dos metros cúbicos depositadas cerca de las quebradas que drenan el Avila en tiempo geológicamente reciente, que han creado lagos como el que existió en la Plaza Venezuela, para entender que todavía no ha pasado, ni con mucho, lo más grave que podría pasar y para, de una vez por todas, atender a la sabiduría que un campesino anciano evidenciara cuando le respondiera a un periodista con motivo de la similar tragedia del río Limón, quien, tomando una piedra redonda (canto rodado) en sus manos, le dijese ... "Mire, pato que pone estos huevos...vuelve por ellos"...