(Leidy Zafra )
De 17 a 6,3 kilogramos per cápita bajó la
producción de carne nacional desde el año 2003 y hasta el primer
trimestre de 2009, según estadísticas recabadas por Jorge Ordóñez,
profesor de Economía Agrícola, jubilado de la Unellez y editor de la
Gaceta Ganadera, durante una conferencia en el marco del 52
aniversario de Asogata.
El acto contó con asistencia de
representantes de diversas zonas y sectores: comercial, transporte,
estudiantil y comunidad, quienes escuchar con atención las
ponencias, a propósito de la situación que atraviesan los sectores
cárnico y lácteo, ante las importaciones
Ordóñez indicó en su
intervención que, 27 mil cabezas de ganado se sacrificaban hasta
2003, y ahora apenas llegan a 9.100 semanales, en unos 45 mataderos
industriales que hay en el país, razón por la cual, de acentuarse la
llegada de productos importados a dólar preferencial, irán a la
quiebra.
-- La importación de carne ha provocado una crisis,
porque los volúmenes se desbocaron durante los primeros cuatro meses
del año. Aunque el Gobierno ha dicho que le pondrá un coto a la
traída de animales, hasta ahora esto no ha sido así. Al contrario,
ha impedido el beneficio de ganado nacional; miles de ganaderos
están haciendo cola en los mataderos para que les compren y el
precio ha descendido, lo cual ha afectado la rentabilidad de las
empresas.
Indicó Ordóñez que: "Abarrotar el mercado con
ganado a dólar oficial es lo más insostenible de una política
agrícola, que va en detrimento del país, los productores, incluso
los consumidores, quienes a la larga no tendrán seguridad
alimentaria, el día que no haya dólares no habrá carne para su
consumo".
Según explicó, el consumo per cápita del producto
desde finales de los 90 y hasta 2003, oscilaba entre 17 y 18 kilos
cada año, de los cuales más de 98% era de producción nacional, un
pequeño porcentaje de recorte para la industria charcutera (menos de
2%).
-- La disponibilidad aparente de carne viene
descendiendo, al extremo de que en 2008, 57% fue importada y 45% de
productores nacionales. El problema radica en que se hagan las
importaciones muy favorables para otros países, con dólares
preferenciales, se otorgan licencias de importación al “boleo” a
industrias que no tienen nada que ver con el ramo. Esto ha
ocasionado que se desorganice el mercado, nadie lleva control y los
volúmenes “excedentarios” han afectado a la industria frigorífica y
a los productores.
Ratificó Ordóñez que, los niveles de
importación para 2009 siguen siendo muy bajos. Según las cifras del
Mercosur, se trajeron más de 10 mil cabezas semanales, equivalentes
a carne deshuesada porcionada y empacada al vacío, que entra
directamente a los supermercados.
--Antes comprábamos ganado
flaco y lo engordábamos y los beneficiábamos aquí, es decir, que el
valor agregado nacional es cero, pero estos puntos no se discuten y
tampoco hay estadísticas que permitan estudiar la situación de forma
transparente, sino que se especula por conveniencias entre los
gremios vinculados.
"Hay que poner la lupa en guías de
movilización"
Asimismo, señaló Ordóñez que, es importante
revisar la legitimidad de las importaciones, porque "los montos no
se equiparan con la realidad.
Según las cifras que maneja el
vocero, durante el primer trimestre hubo disponibles 47 mil reses
semanales, 14 mil de producción interna, 12 mil importada en pie de
Brasil y otro tanto en canal de Colombia, y 10 mil deshuesado del
Mercosur, "una cantidad enorme que no se ve en el mercado, y que lo
único que ha logrado es reducir el precio al nivel del productor. En
esta situación pudiera haber sobrefacturación y esto hay que
averiguarlo", advirtió.
Según el informe de Mercosur, en el
primer cuatrimestre de enero a abril se importaron 30 mil toneladas
de carne deshuesada, que equivalen a 10 mil reses semanales, las
cuales "no están pasando por los canales regulares y que reducen
enormemente la proporción de la capacidad instalada que estamos
utilizando", dijo.
Diversificar importaciones para reactivar
mataderos
El ponente destacó que: "no es racional que 60% del
consumo de carne sea importada, por lo cual es urgente racionalizar
esto que ha producido una caída de la rentabilidad que apunta a la
desinversión".
--Debemos aparear las necesidades con las
disparidades, de forma que el precio de la carne mantenga valores
normales. Estamos compitiendo con carnes importadas a dólar
regulado, desde hace 3 años, con una inflación superior al 25% en
los insumos, inclusive en el levante y la ceba que eran actividades
muy rentables ya no hay ganancias.
De allí que, el
especialista expuso estas propuestas dirigidas a racionalizar las
importaciones e insistió en la sectorización, por ejemplo: "que no
se traiga más carne deshuesada y en canal, que no agreguen nada de
valor nacional, sino distribuirlas en los diferentes sectores como
mautes y ganado en pie, de modo que los mataderos tengan trabajo".
--Hace diez años se sacrificaban de 27 a 28 mil cabezas
semanales, hoy apenas se llega a 14 mil semanal. De los 45 mataderos
industriales que hay en el país, la mayoría no mata cien reses
semanales y están al borde de la quiebra. Los mataderos que están
importando son una minoría y sobreviven, pero también tienen
dificultades porque tienen que competir con carne
importadas.
-- Necesitamos distribuir las importaciones entre
los diferentes sectores. A un precio regulado de 5,00bsf el consumo
está elevado, es imposible que se restrinjan las importaciones y se
forcen los precios, es decir, un ligero ajuste de los costos
regulados por la inflación acumulada nos permitiría hacer una
presión sobre el consumo para bajar las importaciones a 30%.