Noticias de la Dirección de Información y Comunicaciones (DIC)

Antonio Pasquali: Todos somos emisores

02/08/2014 14:34 Antigüedad: 10 años
Por: DIC/UCV

Filósofo, Escritor, Educador, Comunicólogo. Amante de la cocina y de las motos, Antonio Pasquali asegura que el teléfono, el Internet y el Twitter han devuelto a la humanidad una capacidad de emitir mensajes, acaparada durante la anterior generación tecnológica

Antonio Pasquali

Antonio Pasquali

 

Publicado en el Diario Tal Cual

Por Esperanza Márquez

30/06/2014

 

–¿Es lo mismo informar que comunicar? ¿Qué diferencia a un comunicador de un periodista?

–Se ha generalizado un uso laxo e indiferenciado de “informar” y “comunicar”. Informa, en Teoría de la Información, un mensaje que vehicula bits de novedad, dice de un cambio para que el receptor actúe en consecuencia, y que no requiere respuesta. Comunica, en Teoría de la Comunicación, un mensaje esencialmente destinado a solicitar una reacción no mecánica del recipiendario, que “pone algo en común” con un inter-locutor dotado de idénticas capacidades dialogales de emisión y recepción. Hasta hoy, al periodista se le ha enseñado más a informar que a comunicar, pero tendrá que aprender a “dialogar” con sus públicos, a cederle la palabra, si no quiere que los blogueros, una radiotelevisión que hoy vive dialogando con sus escuchas, y por supuesto el hábito de intercomunicarse facilísimamente por la red, lo vuelvan innecesario y lo saquen del juego.

 

–¿Hay futuro para el periodista?

–Sí hay, pero “ciertas condiciones aplican” como dirían los publicitarios destrozando el idioma. De “todólogo” cazador de scoop por temor al “caliche”, el periodista debe convertirse en riguroso, culto y sensible seleccionador, verificador y jerarquizador de informaciones que le llegan por cataratas y sin orden.

 

–Su perfil de mañana.

–Muy culto y muy especializado, plurilingüe, expertísimo en informática y multimedial por naturaleza, maestro de la entrevista, buen investigador y si es necesario fino opinionista, poseedor de una red personal de fuentes, muy claro en la misión de salvar a su público del naufragio en el caótico exceso de informaciones. Hay que habilitar para la nueva comunicación a gente ya graduada: el arquitecto, el astrónomo, el médico, el científico, el literato, etc., con la pasión de comunicar.

 

–El teléfono, Internet, Twitter, correos electrónicos: de qué manera nos han ampliado el horizonte de las comunicaciones.

–Han devuelto a la humanidad una capacidad de emitir mensajes, acaparada -durante la anterior generación tecnológica, la radioeléctrica­por poderosas oligarquías políticas y mercantiles. Hoy cada quien puede lanzar un diario por la red, alcanzar incontables perceptores, mover las opiniones públicas, ayudar a tumbar dictadores. Las nuevas tecnologías se han puesto al alcance de todos reinstalando la Democracia en el Comunicar: todos Emisores. Es un enorme desplazamiento de fronteras en materia de libertad de comunicar de las que algunos abusan, y que los viejos poderes tratan por todos los medios de limitar o controlar mediante jurásicas censuras previas o siniestros sistemas de espionaje.

 

–”Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión”.

–Cuál es la diferencia. ­Comunicólogos, juristas, sociólogos y politólogos terminarán convenciéndose de que debemos abandonar el anglicismo “libertad de expresión” y adoptar el más preciso galicismo “libertad de comunicar” estampado en la Declaración de 1789. Expresarse es externalizar una idea u opinión; comunicar es vehicular la idea u opinión a otro, ponerla en común, “sin limitación de fronteras y por cualquier medio de expresión”, estatuye la Declaración Universal de 1946. Desde el siglo XVIII se considera que la libertad de comunicar es simplemente “poder decir lo que se quiera”. Hoy cabe fraccionar dicha libertad en cinco facetas: libertad de código, de canal, de acceso a fuentes, de contenido, de públicos, donde la cuarta representa la vieja libertad de contenidos. Cuando la actual dictadura nacional invalida a alguien para que use cierto código (pongamos el audiovisual), le prohíbe seguir empleando la TV, excluye su acceso a fuentes gubernamentales de información y le impide dirigirse a sus audiencias históricas aun dejándole su “libertad de expresión” (para que la ejerza en un folletín, o hablando con el vecino), le está cercenando hasta el 80% de su libertad de comunicar. Por eso algunas dictaduras del siglo XXI mantienen en vida “esa” libertad de expresión emasculada para fingir democracia.

 

–Usted ha hecho denuncias contra la manera como el actual Gobierno maneja los medios de comunicación públicos.

–Cuando el Gobierno se apropió de RCTV con robo de equipos y todo, declaró que usaría esa frecuencia para asegurar un “servicio público” sin saber, sus ignorantes exponentes, que lo fundamental de un SP es su conducción por una “independent authority” que garantice su independencia absoluta de los poderes políticos y mercantiles. Hoy día, el abultado parque mediático gubernamental está volcado a la tarea de intoxicar ideológicamente al usuario según cánones dictados por el régimen.

 

–¿Qué opina de la carta de Giordani?

–Es un error táctico: un político con el nivel de poder que él tuvo no debe difundir una “externalización” así, más típica de un funcionario subalterno resentido. En mi opinión, su aspecto capital es que contiene múltiples y gravísimas notitia criminis que merecerían una intervención del Poder Judicial. Ejemplo: refiriéndose a la elección de Maduro declara: “La superación se consiguió con un gran sacrificio y con un esfuerzo económico y financiero que llevó el acceso y uso de los recursos a niveles extremos que requerirán de una revisión para garantizar la sostenibilidad de la trasformación económica y social”; esta confesión de haberse agotado “a niveles extremos” los recursos públicos para lograr la victoria de Maduro “a realazo limpio” merecería, cuando menos, la apertura de un expediente en la Fiscalía por notitia criminis, el interrogatorio de Giordani por decenas de horas sin presencia de abogados defensores, una prohibición de salida del país y tal vez hasta una celda en Ramo Verde hasta el día del juicio.

 

–El gobierno dice que aquí hay verdadera libertad de expresión ¿de qué se trata esa libertad?

 

–Aun antes del advenimiento del chavismo creamos el Comité por una Radiotelevisión de Servicio Público RTSP que denunció ante el TSJ la cesión a la Iglesia del Canal 5, un bien público, por parte de Caldera, y no hemos cesado de luchar contra un uso gubernamentalista y autocrático de emisoras que, por públicas, debieran respetar meticulosamente el Pluralismo del Art. 58 de la Constitución.

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Antonio Arnaldo Pasquali Greco (Rovato, Italia; 20 de junio de 1929), es un comunicador social venezolano. Está considerado como uno de los introductores  en América Latina del pensamiento de la comunicación que subyace en las fuentes teóricas de la Escuela de Fráncfort. Asesor y consultor internacional en materia de comunicación y medios. Catedrático de filosofía moral y comunicación social en la Universidad Central de Venezuela en Caracas, en la Facultad de Humanidades y Educación.Orientó su acción investigadora y formativa hacia el fenómeno de la comunicación y de los medios. Escritor prolífico, su libro “Comunicación y Cultura de Masa” (1963) ha sido libro de referencia para generaciones de comunicadores sociales en América Latina.

 

Fuente: wikipedia.org


CIUDAD UNIVERSITARIA DE CARACAS
"PATRIMONIO MUNDIAL" (UNESCO, 2000)

"La mejor garantía de conservación de los monumentos y de las obras de arte viene del afecto y respeto del pueblo, y ese respeto asienta sus bases en la educación y en el fomento de su conocimiento". (Carta de Atenas, 1931)