Palabras pronunciadas por la Rectora de la UCV, profesora Cecilia García-Arocha, en el acto de imposición de botones de reconocimiento por años de servicio a empleados, empleadas, trabajadores y trabajadoras de la UCV.

 

En el diario acontecer de la vida universitaria se producen eventos de diferentes características, los que en nuestra condición directiva debemos asumir con decisión, voluntad y en muchos casos con actitud valiente, también existen ocasiones gratas que fortalecen el espíritu y resarcen aquellas que pudieran resultarnos incómodas.  

 

La de hoy es una muy grata oportunidad de encontrarnos con una parte de esta comunidad ucevista, quienes  con su trabajo se constituyen en importantes partícipes, no sólo de la tarea cotidiana sino de los logros que significan el balance positivo de la vida institucional.        

 

Con profundo orgullo universitario venimos en este día a reconocer  la constancia, la lealtad de un significativo grupo de empleados, empleadas, trabajadores y trabajadoras, quienes,  al sentir como propia la Institución, le han dedicado importantes años de su vida. Esta UCV agradecida al imponerle los botones que son el símbolo tangible de esa vida de servicio, comparte con ustedes los sentimientos de satisfacción  y alegría.       

 

Del mismo modo que reconocemos en ustedes su actuación efectiva, nuestra gestión se ha preocupado por ofrecer condiciones que signifiquen beneficio y estímulo para todos. Es así como a partir del pasado abril de 2009 regularizamos la situación laboral del personal contratado, de estos 1194, entre personal administrativo, técnico y de servicio, profesionales y obreros que integran ya la nómina fija; un pequeño remanente está en vías de solución; realizamos las gestiones para la adquisición de un inmueble para sede del “Jardín de Infancia Negra Matea” con el fin de ofrecer mejores condiciones y ampliar la cobertura. En cuanto al “Liceo Pedro Bautista Toro” se evalúa el costo del inmueble adyacente, lo que nos permitiría ampliar la sede. También se ha trabajado en la adecuación definitiva del Servicio Médico para optimizar diferentes áreas. Siempre estaremos atentas a vuestros requerimientos en la medida de lo posible y lo justo.  

 

El transcurrir de la historia de la Universidad Venezolana y en particular de la nuestra, ha estado pleno de circunstancias que le convierten en protagonista de luchas, de logros, en lo académico, en lo científico, en lo cultural, pero fundamentalmente, como referencia de institucionalidad, de ejercicio democrático, de cultivadora de la paz, de la tolerancia, todo ello sustentado por el respeto al pluralismo, porque no podría ser de otra manera cuando ésta es la casa del pensamiento, donde se busca y se construye el saber y donde se forjan mentes y espíritus para servir al país.  

 

Difíciles momentos hemos debido afrontar y aún permanecemos a la expectativa de otros, que ya de manera rutinaria se han convertido en serias amenazas hacia la Institución Universitaria. Es en estas horas cuando adquieren mayor vigencia los principios que constituyen nuestra doctrina y que nos definen como comunidad de intereses espirituales que reúne a todos, quienes de ella formamos parte en un objetivo común como lo es la búsqueda de la verdad. La defensa de la dignidad universitaria es tarea de todos y todas. Conservando el respeto a la diversidad les convocamos a contribuir a preservar la integridad de esta UCV. 

 

Oportunas resultan las frases del distinguido universitario Gabriel Briceño Romero, quien al referirse a la Autonomía Universitaria, su significado y su trascendencia señalaba:          

 

“Si en los hombres la libertad es el clima propicio para su evolución y el encuentro de su personalidad creadora, en las instituciones esa característica se hace mas imperativa, puesto que sin ella es imposible garantizar la victoria de la inteligencia sobre la fuerza y de la razón sobre el capricho omnipotente”.  

 

Al imponer a ustedes los botones que legitiman vuestro esfuerzo, renovemos el compromiso de unir anhelos, propósitos y esfuerzos, para mejorar cada día esta casa, para disfrutar el trabajo pequeño que hacemos grande, poniendo en él alegría, como en tiempos anteriores expresara el poeta Andrés  Eloy Blanco:          

 

“Pongamos alegría en el trabajo, sirvamos a la Universidad con el gozo de servirla, no con el ímpetu de asustarla. Sirve a la Patria el que sonríe, sirve a la Patria el que trabaja con optimismo y cordialidad.”          

 

Empleados y obreros, amigos ucevistas todos, cuando la Universidad conmemora la gesta libertadora en su Bicentenario, al evocar la memoria del Gigante de América Bolívar, el auténtico, destacamos en él, citando de nuevo al poeta, el trabajo incansable por un país todo, el que queremos y por el que continuaremos esforzándonos:     

 

“Bolívar, el trabajador sin paralelo, en su efigie han de encontrar sus hijos, los trabajadores venezolanos, su primer compañero. Fue obrero y campesino, tuvo la jornada de todas las horas y su cláusula sindical fue su solemne compromiso de no trabajar sino para la justicia colectiva y su salario mínimo fue la libertad de América y sus vacaciones fueron remuneradas por la amargura y por la inmortalidad. Y su descanso semanal fue en el séptimo día de su angustia, frente al mar de su eterna sembradura, sobre el surco final de Santa Marta".

 

Felicitaciones, continuemos adelante por la Universidad que todos y todas queremos.

 

Caracas 28 de mayo de 2010

 

CIUDAD UNIVERSITARIA DE CARACAS
"PATRIMONIO MUNDIAL" (UNESCO, 2000)

"La mejor garantía de conservación de los monumentos y de las obras de arte viene del afecto y respeto del pueblo, y ese respeto asienta sus bases en la educación y en el fomento de su conocimiento". (Carta de Atenas, 1931)