“El Judo está hecho a la medida de todas aquellas personas que deseen iniciar una actividad deportiva que les genere beneficios físicos y mentales, y el entrenador (Sensei) es la persona más calificada para guiarlo en este hermoso camino”

 

 

 

EL JUDO
Poema de Rabindranath Tagore
Poeta Hindú
Premio Nobel de Literatura 1913


"No te asustes ante el peligro, retira tu terror.
Para conquistar todos los obstáculos tienes que despertar tu poder.
Ayuda a los débiles, vence a los poderosos.
No tengas perjuicios de ti mismo como hombre lastimoso y con desánimo.
Retira tu terror y da fe a tu propio poder"

El Judo declarado por la UNESCO como deporte ideal para los niños

 

La UNESCO ha declarado este deporte como el más aconsejable desde la infancia hasta los catorce años, ya que permite, mediante el juego y la diversión, conjugar factores esenciales para el desarrollo del individuo, como la coordinación de movimientos, la psicomotricidad, el equilibrio, la expresión corporal o la situación espacial. El autismo se caracteriza por una falta de relación con el entorno más inmediato y provoca importantes deficiencias de comunicación, al tiempo que dificulta una intervención efectiva en el paciente. La práctica del Judo es enormemente motivador y logra que el autista se entregue de forma plena y sin reservas a la acción que entraña el propio juego aportando sus propias soluciones, sus respuestas personales y no las impuestas o sugeridas por el adulto. El equipo de trabajo está integrado por más de quince profesionales- entre educadores físicos, psicólogos y monitores- que se ocupan del seguimiento personal e individualizado de esta original terapia. Asimismo, cuenta con la colaboración de la Asociación de Padres Autistas de la Comunidad Valenciana 73 (España).

 

CIUDAD UNIVERSITARIA DE CARACAS
"PATRIMONIO MUNDIAL" (UNESCO, 2000)

"La mejor garantía de conservación de los monumentos y de las obras de arte viene del afecto y respeto del pueblo, y ese respeto asienta sus bases en la educación y en el fomento de su conocimiento". (Carta de Atenas, 1931)