La carrera de medicina: una noble profesión en dos experiencias

Por: Williams Agüero
Fotos: Alberto Valdivieso


En el marco del Día del Médico, entrevistamos a los Directores de las Escuelas Médicas de la UCV. Ambos son destacados profesionales formados en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela. Sus experiencias desde la vida estudiantil hasta la profesional, plantearon dificultades pero también oportunidades. Alcanzar cada meta para el desarrollo en esta noble profesión, implicó para ambos un gran sacrificio y el resultado no fue otro que, el poder experimentar la satisfacción de ayudar al prójimo, la realización profesional y personal.
El profesor Aquiles Salas nos recibió el día jueves 5 de marzo en su despacho, se reunió con nosotros luego de finalizado el Consejo de Escuela. Problemas logísticos nos obligaron a realizar la entrevista a la profesora Yubizaly López, mediante un cuestionario enviado vía correo electrónico.

 

Prof. Aquiles Salas

Director de la Escuela Dr. Luis Razetti
Médico Internista. Docente Universitario


WA- ¿Qué lo incentivó a estudiar esta noble profesión?

AS- No es fácil a los 16 años tomar decisiones, sin embargo, probablemente los rasgos de personalidad determinan que uno se incline sobre una profesión u ocupación. Porque uno nunca puede imaginarlo con la misma intensidad, que se experimenta cuando la llegas a conocer como estudiante o como profesor. Fue quizás el sentido de ayuda a los semejantes, una vocación de bondad que uno observa de acercamiento al prójimo, es quizás lo que determina a uno a esa edad un tipo de orientación. El conocimiento en el año 68 cuando yo ingresé a la Escuela de Medicina Luis Razetti, sobre el cómo era y como había sido, no era factible, no la conocía como tal.

WA- El doctor Salas también expresó que inicialmente estudió ingeniería en la UCV. Hizo énfasis en su afición por el fútbol y recordó que fue seleccionado para representar al Distrito Federal y al Estado Miranda en el primer Campeonato Nacional de Fútbol Infantil “A”. Al respecto contó que curiosamente el mismo día que sufrió una gran decepción por la eliminación de su equipo en Guanare, recibió la noticia de su admisión para estudiar medicina en la Universidad Central de Venezuela. Inmediatamente se comunicó con sus padres y les manifestó su deseo por cambiar de carrera, y les solicitó ayuda para formalizar su inscripción.

WA-¿Qué recuerda de su etapa de formación inicial?

AS- Todo el que llega por primera vez a la Universidad Central de Venezuela se impacta por la majestuosidad de sus construcciones, de sus jardines amplios de su belleza. Esos primeros días uno no conocía el Aula Magna, la Sala de Conciertos, los exteriores de la universidad, los institutos, las cátedras. Hacíamos vida en la universidad mañana tarde y noche. Estudiábamos para los exámenes parciales y finales en los jardines, en las noches en la Plaza Cubierta del Rectorado, en los pasillos del experimental, en el anatómico, no había lugar donde no estuviéramos. También en arquitectura, acompañaba a mi hermana, a veces asistía a sus presentaciones. Nos visitamos no solo por eso, sino por todas las amigas que la acompañaban, siempre Arquitectura ha sido una escuela de muchas estudiantes muy bonitas. Recuerdo los juegos de fútbol, interactuábamos prácticamente dentro de la universidad.

WA- ¿Es difícil hacer amigos mientras se estudia esta carrera? ¿Qué amistades recuerda especialmente?

AS- Yo tengo tres grandes amigos, somos amigos desde esa época y lo mantenemos. Todos ellos terminaron la carrera pero en diferentes especialidades. Nos llamamos hermanos, en días pasados sacábamos la cuenta del tiempo que tiene nuestra amistad. Desde el año 68 que yo ingrese a la escuela y al 2015, vamos a cumplir 40 años de graduados. Yo pertenezco a la promoción 1975 y nos hemos mantenido en el curso de nuestras vidas con estos tres amigos, pero también con otros. La universidad me permitió hacer número importante de amigos y esto está asociado a lo que la universidad ofrece, que es la posibilidad de convivir, haciendo vida en ella y desarrollarte como ser humano. Yo creo que la universidad ha pasado muchas dificultades pero siempre tiene ese atractivo, por permitir la diversidad de pensamientos y también llevar implícito la diversidad de grupos de diferentes orígenes.

Me choca en mi pensamiento, cuando se dice que la universidad solo permite el ingreso de ciertas clases sociales y hacen discriminación. Yo creo que eso es un error, hay que estar aquí para vivirlo, para saber que eso no es así. De mis amigos ninguno provenía de ninguna clase social con ingresos elevados. Cuando analizamos la Venezuela de los años 60 y 70, nos damos cuenta que la capacidad de ingresos de la familia tenía un margen. No podía pensarse que solo ingresaban aquellas personas que provenían, como se decía, de colegios privados. Yo vengo de un liceo Público.

WA- ¿Qué fortalezas a nivel personal debe tener el estudiante de medicina durante su formación inicial?

AS- Yo creo que es importante tener fortalezas porque ese periodo de adaptación es difícil, no solo por la exigencia de la escuela, sino en general porque se ingresa a la universidad en esa etapa de los 16, 17 o 18 años. Todos sabemos que hay en esa etapa de la adolescencia ya avanzada, una cantidad de situaciones personales e individuales. Yo creo que la fortaleza que uno debe buscar está en los aliados, los pares, son los compañeros, los amigos de las clases, compañeros de grupos de estudio para intercambiar información. Teníamos acceso y la universidad nos ofrecía las bibliotecas y todos esos recursos los usamos para lograr esa adaptación que la universidad exige. Porque sí es exigente y tiene que serlo, para ello es su existencia, para formar profesionales en el mejor nivel de capacidad profesional técnica y afronte los cambios y para que se adapte a un país mejor cada vez.

SÍ creo que la fortaleza está en el par, en el aliado, ese compañero que lo consigues y los hay porque todos están en esa búsqueda. Hay que estar abierto a eso, siempre fue un gran aliado y lo sigue siendo. Hace un par de años en un reportaje sobre mi vida, en el que se me preguntaba cuáles son las fortalezas que yo preservaba: respondí, que desde la infancia uno tiene que preservar la confianza en uno mismo, en los demás y la sonrisa fácil.

WA- A nivel profesional ¿Cuál fue su principal motivación o modelo a seguir?

AS- Yo creo que el tránsito por la escuela debe ser abierto, al tratar de exponerse a las experiencias mayores. En cuanto a las diferentes áreas que esta carrera nos expone. Yo creo que en las ciencias básicas, tener la oportunidad de haber estado expuesto a profesores, no solamente te daban clase, compartían inquietudes, además de eso te daban la posibilidad de investigar y ver cómo hacer investigación. Creo que estar expuesto a ello y dedicarle el tiempo adicional, despertó en mí el interés por la investigación. Porque yo creo que esta profesión es hacer investigación en todos los niveles, nos ayuda a perseverar. Entonces creo que en todas las escalas uno tiene que exponerse a la mayor cantidad de experiencias para poder captar que es lo que te atrae y pensar que no serias capaz de llevar adelante.

El área de hospitalización es otro molde, es ese otro proceso de adaptación y de acercamiento a la persona, al paciente. En los primeros años tenemos una necesaria formación básica, pero después viene una etapa donde nos acerca a la madre enferma, a la madre embarazada, al niño enfermo, al ser humano enfermo en diferentes etapas. Tienes la oportunidad de poder recibir esa orientación guiada y poder interactuar con estas personas que buscan asistencia. Porque una de nuestras fortalezas, es la capacidad de poder tener la práctica directa con la persona, eso hay que hacerlo de una manera intensa. Y el tratar de conocer el dolor y la razón por la cual, que no siempre es una afectación física, sino que lleva mucho ingrediente humano el sufrimiento y sabemos que podemos ayudar. Solamente con oír empezamos a darnos cuenta que podemos ayudar y allí se te va abriendo la perspectiva, la magnitud y la grandeza de esta profesión. El que un ser humano ponga en ti la confianza nada menos que de su vida y por ende de sus sentimientos. El poder exponerse a eso, el hacerlo de una manera abierta el mayor número de veces, va creando a ti la cercanía, te va ayudando a decidir hacia dónde quieres orientar tu vida.

Seremos más eficientes y seremos más proactivos, y las personas sentirán que realmente los estamos ayudando, en la medida que seamos más capaces de interactuar, porque no hay un paciente similar a otro y por ende tenemos esa obligación, esa necesidad de estar abierto y saber interpretar esa molestia, ese sufrimiento. Esto pues en el curso de las carrera de pregrado, de estar expuesto a maestros que me hicieron conocer esta vía de cómo acercarnos al paciente y allí pues en mi caso particular la atracción hacia la medicina interna, fue determinante el haber conocido en el pregrado a personas que me acercaron al paciente.

WA- Para el Dr. Salas, también fue determinante, la experiencia vivida fuera de la universidad, en cumplimiento del Artículo 8 de la Ley del Ejercicio de la Medicina; en la población rural de Sabana de Piedras, en el Municipio Caripe del estado Monagas, era el responsable de arrancar la asistencia médica y de dirigir personas. Otra parte importante de su carrera la realizó en la Universidad de Harvard, donde realizó un Entrenamiento Clínico en el Área de Envejecimiento Cerebral. Con el apoyo de la UCV y el CDCH también desarrolló una maestría en Salud Pública en la misma universidad.


WA- ¿Cómo logra acoplar las actividades familiares y profesionales?


AS- La carrera médica es muy dura en la integración familiar, eso el estudiante y el profesional deben saberlo. Debe haber mucha identificación y claridad cuando se decide tener familia. Hay que saber que las ausencias que esto genera nunca se pueden compensar. A mi esposa, a mis hijos se tiene que ser lo más efectivo posible en los tiempos que se está, pero nunca dejar de lado que se pasa mucho tiempo alejado de la familia. Eso se tiene que tener muy claro, que es parte de la vida diaria del médico y que tiene que tener dedicación. El tiempo nunca será suficiente, porque la carrera exige mucho y si se dedica con intensidad como debe ser, pues el tiempo para uno mismo, para la familia es poco. Por eso agradezco mucho esos tres años que pasamos en Boston, allá éramos nosotros solos y el tiempo me permitía estar más con ellos. Puedo decir que afortunadamente hemos tenido una armonía con altibajos y con dificultades, como todas las familias, pero en este momento me siento bastante confortado.

WA- Un mensaje para los colegas médicos en su día

AS- Debo expresar, hoy 10 de marzo que sin duda alguna el ejercicio de la medicina como tal ha tenido un gran reto debido a factores negativos, más que a factores positivos. Yo creo que nosotros los científicos e investigadores estamos acostumbrados a afrontar los retos en positivo, pero cuando tenemos que lidiar con retos en negativo, se hace difícil la búsqueda de soluciones.

El sistema de salud del país está resentido, está convulsionado. Lamentablemente lo que hemos visto es una pérdida de la confianza en el sistema de salud público del país, y eso nos duele porque el médico venezolano ha sido un constructor de la medicina del país. Las instituciones donde se debe ejercer, no solo hospitalarias, sino también desde el área de ambulatorios hasta el hospital de 3rer y 4to nivel o de supra especialización, han sufrido el embate del diseño de una forma de hacer salud en el país.

Lo que estamos viendo es desaliento, es un error garrafal no hacerle caso a una política de salud adecuada a nuestro país. Hemos vivido errores graves que van desde el descredito hacia el médico venezolano, desde las vocerías mayores y dirigentes del país, hasta la exacerbación y reconocimiento a médicos de otros países. Yo reconozco los valores de cada médico, de cada profesión de cada país, pero yo no puedo entender cómo se desacredita a nuestros profesionales y pensar que otros profesionales van a dar la cara por este país. Creo que es un error estructural importante, haber concebido a través de médicos de otros países, que el desarrollo de la salud y la atención del ciudadano venezolano pueden ser llevados a cabo.

Nosotros hemos dado muestra de madurez profesional en Venezuela y fuera de ella. Me siento orgulloso no solo de haber hecho un postgrado en el Hospital Universitario de Caracas y obtener el Título de Maestría de Medicina Interna en la universidad Central de Venezuela. El gremio médico siempre ha dado muestra de estar bien formado y de adaptarse a las circunstancias siempre.

Entonces yo creo que el mensaje es a la búsqueda de ese estatus de verdadera atención en los hospitales y sitios de formación. Que las autoridades entiendan que un sistema de salud adecuado es vital para la asistencia del paciente y para la formación de todos los profesionales de la salud: médicos, enfermeras, bioanálistas, nutricionistas, todos los que tienen que ver con esto.

El mensaje es a seguir pensando en construir un país mejor, no pensar hacia atrás sino siempre hacia delante. Hay que pensar en que tenemos mucho que aportar, el estudiante nuestro tiene una capacidad de hacer cosas en positivo y aceptar retos y creemos que a pesar de todas estas situaciones tiene que venir un país mejor. Tienen que ofrecer al estudiante la capacidad de desarrollarse, al profesional de crear y por supuesto a la ciudadanía de recibir la atención como se lo merece.

 

Profa. Yubizaly López
Directora de la Escuela Dr. José María Vargas UCV
Médico Internista. Docente Universitario


- ¿Qué los incentivó a estudiar esta noble profesión?

- Desde muy pequeña recuerdo haber sentido la determinación de querer cuidar a los niños y de que el camino para lograrlo era la medicina. Esa idea nunca me abandonó y por el contrario se convirtió en una decisión cada más firme y en una gran ilusión. Sin embargo a partir del 3er año de la carrera cuando comencé a cursar las materias clínicas, me di cuenta que los niños enfermos me producían mucha angustia y dolor y en cambio la atención de los adultos enfermos me apasionaba y me impulsaba a estudiar cada vez más y a comprometerme con su curación y entonces supe que sería médico internista sin ninguna duda.

-¿Qué recuerda de su etapa de formación inicial?

- Recuerdo la excelencia de los docentes de la Escuela de Medicina José María Vargas; ellos fueron extraordinarios modelos a seguir, nos trasmitieron sus conocimientos con dedicación y también valores de vital importancia para el ejercicio de la profesión.



- ¿Es difícil hacer amigos mientras se estudia esta carrera? ¿Qué amistades recuerda especialmente?

Sin duda que es difícil. Las horas que se deben dedicar al estudio y al trabajo circunscriben tu vida social al ámbito de la Escuela y el Hospital y la mayoría de tus amigos son tus compañeros, pero lo bonito de eso es que se comparte tanto esfuerzo y trabajo en equipo que son amistades sólidas y para toda la vida. Los recuerdo a todos especialmente a mis compañeros, de la Clínica Médica A y entre ellos con especial cariño a Simón Marcano, excepcional amigo y gran ser humano, lamentablemente fallecido tempranamente muy pocos años después de graduarnos.

- ¿Qué fortalezas a nivel personal debe tener el estudiante de medicina durante su formación inicial?

- Humildad, compasión, vocación de servicio y pasión por el estudio y el conocimiento.

- A nivel profesional. ¿Cuál fue su principal motivación o modelo a seguir?

- La principal motivación la encuentro en los pacientes. Nada es más satisfactorio que poder ayudar a sanar a un enfermo a través de un diagnóstico adecuado y la aplicación de un tratamiento oportuno. Para los médicos en general y para los internistas en particular el ejercicio diagnóstico nos motiva enormemente.

-¿Cómo logra acoplar las actividades familiares y profesionales?


- No es fácil y para lograrlo es necesario un gran esfuerzo pero sobre todo la comprensión y la generosidad de tu familia sin las cuales no podrías dedicarte a lo que más te gusta y eso lo retribuyes con muchísimo amor y agradecimiento.

- Un mensaje para los colegas médicos en su día:

- Además de expresarles mis felicitaciones en este día, los invito a ejercer la medicina con total dedicación y absoluta pasión y responsabilidad; especialmente en estos tiempos tan adversos es necesario rescatar la dignidad de ser médico, demostrar cada día que lo más importante para nosotros es el paciente y ejercer la profesión apegados a los principios bioéticos entre ellos el de justicia, lo que equivale a luchar por tener un sistema de salud de calidad para todos.

CIUDAD UNIVERSITARIA DE CARACAS
"PATRIMONIO MUNDIAL" (UNESCO, 2000)

"La mejor garantía de conservación de los monumentos y de las obras de arte viene del afecto y respeto del pueblo, y ese respeto asienta sus bases en la educación y en el fomento de su conocimiento". (Carta de Atenas, 1931)