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Para dar inicio a las XXVI Jornadas de Investigación “Dr. Francisco de Venanzi”, la Facultad de Medicina rindió homenaje póstumo al profesor Marcelo Alfonzo Rosas

 

En el acto propuesto por el Doctor Juan De Santics, la doctora Itala Lippo de Becemger, directora encargada del Instituto de Medicina Experimental (IME) hasta el mes de septiembre, nos acercó a una vida llena de logros académicos, premios, reconocimientos y distinciones alcanzadas.  Becember relató que conoció al Marcelo alumno, que paso a ser compañero de cátedra y que finalmente se convirtió en su mentor.

 

Su lado humano fue narrado en imágenes por la doctora Zury Domínguez, actual directora del IME quien  destacó  su entereza, capacidad de resolutiva y espíritu alegre.

 

Nuestro Decano, el profesor Emigdio Balda, también  dedico unas sentidas palabras que reproducimos a continuación:

 

 

“No tuve el honor de tenerlo como docente, pero con quienes he conversado,  sus compañeros y sus alumnos, lo consideran un “maestro”. No sólo porque dió instrucción, sino que también educó forjando a hombres y mujeres de bien.

Nuestra relación se acercó más cuando fui representante profesoral y más cerca aún,  cuando llegué a ser decano.

Recuerdo mucho sus puntos previos, en el Consejo  dando una clase de historia y su conocimiento de los reglamentos y leyes que rigen a la universidad, resolvía las discusiones con sus propuestas y hasta conocimos un diciembre cuando una coral asistió al Consejo de Facultad,  que el profesor cantaba. Ese día se unió a la coral y nos deleitó con aguinaldos.

También me quedará en la memoria sus citas para hablar de los problemas del IME, eran los jueves a las 10 de la mañana venia con los problemas punto por punto y siempre con la posible solución,   sólo me quedaba decirle: “jefe deme chance para resolver el problema”. Luego el encuentro se alargaba hasta la tarde, hablamos de la política universitaria y del país, a pesar de tener ideologías diferentes y posiciones contrarias; cuando terminábamos teníamos más puntos de coincidencia que de divergencia.

Un día tuvimos un impase, lo llame con el administrador y le dije que no le aceptaría sus facturas porque para que ustedes  sepan, era tanto el amor a su instituto que él pagaba de su bolsillo esas facturas.  Y le dije si usted sigue pagando no se las voy a reconocer. ¿Qué pasó?  Siguió pagando  sus facturas.

Quiero confesarles un secreto, el profesor Marcelo hacia tan bien los trámites administrativos que a veces decíamos, hagámoslo como lo hizo el  profesor Marcelo.

Tuve el honor de conocer a su esposa la profesora Ramona. No en un evento o una jornada , sino como paciente, el profesor Marcelo me dio su confianza y el honor de resolver un problema quirúrgico a su esposa. Momento en el que  me di cuenta de cómo amaba a Ramona.

También conocí a su hijo en circunstancias  no universitarias, él era un residente del Hospital de Coche, un medico con dedicación y muy trabajador.

Debo decirles que él profesor Marcelo me llamaba para informarme que no asistiría al Consejo, porque tenía que viajar al interior por  motivos familiares. En fin del prof Marcelo puedo decirles, QUE ERA UN BUEN HIJO, UN ESPOSO AMOROSO, UN GRAN PADRE, MAESTRO DE JUVENTUDES Y GRAN UCEVISTA PERO SOBRE TODO ÉL ERA “MI AMIGO”…”